Proyecto de Enriquecimiento y Conservación de los Ecosistemas Ribereños y Marino Costeros de la Bahía de Parita (ECORIMACOS)
financiado por el Programa de Pequeñas Donaciones del GEF
Este grupo se ha dedicado en forma tradicional a la conservación del manglar, la producción de plantas con especies nativas y de mangle, en área protegida Reserva de Vida Silvestre Ciénega del Mangle, protegida por el SINAP, en la ANAM.
Este grupo nace bajo el auspicio del Proyecto de Conservación y Restauración de los manglares del Pacífico Panameños, que ejecuta la ANAM, con fondos provenientes de la Organización Internacional de Maderas Tropicales (OIMT, por sus siglas en español, ITTO en inglés). Con este proyecto se organizó a los usuarios del manglar para capacitarles en su aprovechamiento en forma sostenible y al propio tiempo, contribuir a su conservación en apoyo de las autoridades panameñas.
El área protegida en mención –RVSCM-, ha contado con el apoyo de este grupo organizado en la recuperación y reforestación de 23 has. de su superficie, con especies como el mangle negro, rojo y blanco. Por ello, y dado el compromiso a largo plazo que establece la comunidad en la protección de sus manglares como fuente de vida, proponemos a consideración del Programa de Pequeñas Donaciones, un proyecto que contribuye al seguimiento de su conservación y al desarrollo de nuevas actividades que beneficien al propio tiempo a la comunidad que depende de este ecosistema natural.
El proyecto beneficia a 10 familias directamente, y a otras 50 indirectamente. Un grupo de impacto que favorece el proyecto es el de los niños y niñas de la comunidad y otros cercanos a ella. Un primer estimado plantea cerca de 500 niños de las escuelas aledañas al proyecto.
El monto del proyecto está estimado en B/ 20,500.00 de los cuales se solicitan B/15,000 al Programa de Pequeñas Donaciones, y los B/5,500.00 restantes constituyen el aporte del grupo comunitario Mujer Rural Amigos del Manglar.
Los fondos otorgados, de ser beneficiados con el proyecto, se utilizarán en apoyo de la conservación de estas 18 hectáreas ya reforestadas, así como también en a recuperación de un área de agroforestería con plantas nativas que beneficien con ingresos directos a la comunidad y contribuyan al cambio de la cultura ambiental entre niños y adultos de las áreas directas y vecinas. Con ello, esperamos contribuir a enriquecer este ecosistema marino costero de la mayor importancia para la vida de quienes dependemos de él.